jueves, 27 de abril de 2023

DON SEVERO EL PANADERO


DON SEVERO EL PANADERO

Don Severo, el panadero
amasaba noche y día;
y a su pan, él le ponía
buena harina de centeno.

¡Cosa rara, lo que hacía!
Levadura nunca usaba;
aunque siempre se ufanaba
de su gran mercadería.

Un secreto, él tenía:
Polvos mágicos le echaba.
Y amasaba y amasaba,
tanto y cuanto él podía.

Esos polvos, él creía,
a su pan hacían leudar.
Y no quiso comprobar
que con su esfuerzo lo hacía.

Una tarde, muy cansado
dejó el bollo se sobar,
y lo puso a cocinar
en horno recalentado.

Todo duro y aplastado
el mazacote quedó;
ni siquiera se quebró
aquello, amorfo y quemado.

Lo agarró, muy enojado
y lo golpeó contra la mesa;
y con insultos y bajeza
lo tiró para un costado.

¿No sabría don Severo
que le trabajo sale bien,
cuando amor en él ponés
y lo hacés con gran esmero?

Marián Benítez Weisz
octubre de 1989

 



UN ELEFANTE AMARILLO


__ Resulta que una vez
vi durmiendo en una nuez
a un elefante amarillo
sin piyama y en calzoncillo.
 
__ ¡Eso nunca pudo ser! _
aseguró doña Ester,
y dijo que el animal
siempre duerme en su dedal.
 
__ ¡Está muy equivocada! _
gritó una vecina enojada,
__ Ese elefante, sepa usted,
duerme en mi taza de té.
 
__ ¡No discutan!, dijo un señor_
que se llamaba Melchor
__ El elefante amarillo
duerme aquí, en mi bolsillo.

Marián Benítez Weisz
junio de 2013

LA ORUGA FILOMENA



LA ORUGA FILOMENA

 La oruga Filomena 
se paseaba amargada
y entre las flores contaba
su tan terrible problema:

 __ ¿Les parece que yo tenga
Que arrastrarme noche y día
para buscar mi comida
porque no hay quien me mantenga?

 __ Pues qué suerte que tú tienes
de poderte trasladar
nosotras tenemos que esperar
a que llueva, o que nos rieguen
 
__No podemos comparar…
ustedes tienen hermosura
yo, en cambio, una flacura
espantosa por demás
 
__No te aflijas Filomena
esto pronto va a cambiar
cuando te empieces a encerrar
cual diminuta colmena
 
__¡Qué terrible mi destino!
¿Es que siempre voy a colgar
de una rama cual panal
o como un simple racimo?

 __Ya verás, serás hermosa
Todos te van a admirar
cuando te vean revolotear
luciendo tus alas de mariposa.

Marián Benítez Weisz
mayo de 1988

miércoles, 26 de abril de 2023

LA PATOFIESTA

 




LA PATOFIESTA

La pata Fermina y el pato Amadeo
tamizan harina para el cocinero.
Harán una torta.
¿Redonda o cuadrada?
¿Alargada o corta?
¿Con dulce o mermelada?

Preparan una fiesta junto a las gallinas.
Tocará una orquesta y habrá serpentinas.
Cristina y Romeo se van a casar
y a la patofiesta nadie va a faltar.
Todos en la granja están invitados,
desde los pollitos hasta los gusanos.

Será una gran noche llena de festejos.
Bailará la oveja y cantará el conejo.
La hora se acerca y arman la capilla,
detrás de la cerca, en la carretilla.
Ella está llegando vestida de plumas
y él la está esperando a la luz de la luna.

Junto a la tranquera han hecho con flores
un precioso arco de todos colores.
Del brazo la lleva el pavo Rufino,
muy engalanado porque es el padrino.
La música suena, la fiesta empezó.
Se oyen las cigarras y un koc-koro-koc.

Marián Benítez Weisz
octubre de 1995

BUSCANDO A RINO

 



BUSCANDO A RINO


Una noche en el gran monte se perdió el Rinoceronte
y recién al día siguiente se dio cuenta la Serpiente.
Muy de prisa y arrastrada, le dio aviso a la manada
y en gran organización los ordenó el rey León.
Los animales, enseguida, formaron una larga fila;
pues todos querían oír las instrucciones a seguir:

 ___ Anoche se perdió Rino, y no sé por cual camino.
Pero bien organizados, lo buscaremos por todos lados.
Que vayan por la laguna el Cocodrilo y el Puma;
más allá, por las montañas el Gorila y las Arañas.
Que busquen entre las ramas, los Leopardos y las Ranas.
Y por la sabana entera, doña Cebra y la Pantera.
 
Mientras el rey los llamaba, el Abejorro anotaba,
con prolijidad y destreza sobre un tronco sin corteza.
___ Yo le pido a la Jirafa que se limpie bien las gafas
y haga uso de su altura para observar la llanura.
Mientras tanto, aquí abajo, que explore el Escarabajo
  Seguido por el Mosquito, la Cigarra y el Grillito.
 
El Tigre y el Jabalí que lo busquen por ahí;
pero que vaya por delante, abriendo paso el Elefante.
La lista seguía creciendo, mientras el sol se iba poniendo.
Pero nadie pararía, aunque pasaran los días.
El rey serio y consternado continuaba con su legado,
tratando de mantener calma y orden en el tropel.
 
___Si no hay inconvenientes, que haga guardia la Serpiente;
y que busquen por la costa el Hipopótamo y la Mangosta.
Que vayan por el pantano el Orangután y su hermano,
Mientras, vean por la otra orilla, el Búho con doña Ardilla.
Mi querido Oso Hormiguero: usted vea en cada agujero,
y que el Loro estése muy atento, supervisando el evento.
 
___ ¿Y... … por dónde irá la Hormiga? ¿O, acaso, no es su amiga?
___ ¡Momentito, señor Mono; pero a mí me baja el tono!
Verá usted que la Tortuga irá con la Hormiga y la Oruga.
Mi estimado señor Lince, de sus hijos, traiga a quince;
que serán de gran ayuda, no tenga ninguna duda.
 
¡Creo que terminé! Pues a todos ya llamé…
___ ¡Se equivoca, Mi Señor! _ dijo el Mono, con temor
___ Pues la lista continúa llamando a la Cacatúa.
Yo puedo buscar también, si a usted le parece bien;
No hace falta que me quede a esperar que todos lleguen.
___ ¡Muy bien, haga lo suyo! _ dijo el León, con orgullo.
 
 ___ ¡Atención! Las Aves, todas; en silencio desde ahora.
Para poder escuchar, a quien lo haya de encontrar.
Y así comprobó la Hiena que la lista estaba llena
y lo dijo muy contento, con voz gruesa y mal aliento.
Cada cual por su camino salió a buscar a Rino;
y todos con la ilusión de superar la misión.
 
Por temor de no encontrarlo comenzaron a llamarlo.
Mas, al rato se escuchó que la Tortuga gritó:
___ ¡Por allá, lo vio la Hormiga! _ Dijo fuerte y con fatiga.
___ Y ha dejado una señal, desde aquí hasta el pantanal;
uniendo todas las piedras con ramitas y con hierbas.
Contentos y emocionados, se fueron para ese lado.
 
Todos estaban tranquilos, por encontrar a su amigo;
aunque Rino el remolón, dormía junto al Lirón.
Y por meterse entre las matas no le vieron ni las patas.
 Aunque todo el tiempo ha estado bien dormido y bien tapado;
disfrutando de una siesta, como si fuera una fiesta.
Mientras todos en el gran monte, buscando al Rinoceronte.
 
La selva entera tembló, cuando el rey se levantó;
dejando su trono a un lado para gritar enojado:
___ ¡Con que… atrás de los arbustos! ¡Y todos con este susto!
¡Ah, pero ya me oirá, y por un mes no dormirá!
Lo pondré de vigilante, de ahora en adelante.
Y ese será su castigo, por asustar a sus amigos.
 
Después le daré el perdón: palabra de rey León.
Y así, Rino castigado se convirtió en soldado;
por quedarse muy dormido, sin dar aviso y bien escondido.
Un mes de pena cumplió, hasta que el rey lo indultó.
Y ya todos bien sabrán como será este final.
Pues, en la selva es grave asunto asustar a todos juntos.
 
El León cumple las leyes que han dictado viejos reyes
y él las hace respetar, pues sabe sin vacilar:
Que, todos los animales, en la selva, son iguales.
Desde el más grande al más chico; tenga trompa o tenga pico.
Sea muy joven, o viejo; vista plumas o pellejo.
Y sea cual fuere su destreza, según su naturaleza.

Marián Benítez Weisz
marzo de 1991

EL MONO RENATO

 


EL MONO RENATO

El mono Renato 
perdió su zapato
y buscando en el suelo
perdió su pañuelo.

Buscó en los estantes
y perdió los guantes;
buscó en el florero
y perdió su sombrero.

Buscó en un cajón
y perdió el cinturón;
buscó en l repisa
y perdió la camisa.

Buscó en el balcón
y perdió el pantalón;
buscó en el jardín
y perdió el calcetín.

¡Ojo, que Renato
va para el pasillo!
No vaya a ser cosa
que pierda el canzoncillo.

Marián Benítez Weisz
septiembre de 2009

LA BRUJA MARUJA


 





DON SEVERO EL PANADERO

DON SEVERO EL PANADERO Don Severo, el panadero amasaba noche y día; y a su pan, él le ponía buena harina de centeno. ¡Cosa rara, lo que hací...